¿Cómo pueden las nubes sumergirse en el mar y reaparecer entre las rocas y los senderos verdes azotados por el viento?
Un entorno natural y casi fantástico, que es posible admirar visitando Normandía y su península de Cotentin. Aquí, donde destaca imponente la célebre abadía del Monte St-Michel que aparece y desaparece rodeada por las mareas, un brazo de tierra verde se adentra en el Canal de la Mancha.
Una tierra amable y dura al mismo tiempo, que cautiva con sus 320 km de costa donde se alternan amplias playas de arena blanca azotadas por el viento y románticos senderos entre entornos rocosos y abruptos, y un interior con una vegetación donde destacan setos y manzanos.
Una postal dulce y amarga a la vez, que durante la Segunda Guerra Mundial se fijó en la memoria colectiva con el desembarco en Normandía y que hoy vive su día a día entre los cambios repentinos del clima oceánico dedicándose a tareas predominantemente agrícolas.
Caesar, con su vocación de diseño amplia y versátil, ha protagonizado un proyecto en esta zona contribuyendo a la realización de una piscina en una vivienda particular en el departamento 50 de La Manche.
Rodeada de un jardín bien cuidado en el que destaca la vegetación exótica, la piscina es un elemento integrador para ofrecer momentos de disfrute. Para realzar esta coherencia con la naturaleza, Caesar ha utilizado Vibe, una moderna interpretación en gres porcelánico de distintas maderas, todas nobles. El aspecto contemporáneo de Cinder caracteriza esta elección, respetuosa con el entorno y muy atractiva.
La cuidadosa interpretación de la madera en clave de cerámica aporta a la superficie de Vibe toda la calidez y la fuerza del material natural, con texturas y vetas que al tacto muestran la intensidad y las vivencias de una historia interminable que desde los bosques más antiguos lega su alma elegante a los espacios modernos, dotándolos de autenticidad y personalización exclusivas.